Ocurrió en Huyro, capital de Huayopata, uno de las principales distritos del Valle de la Convención en Cusco, allá por el año 2000.
Mi amigo el cabezón Canchay vino preocupado a consultar con los ingenieros (o sea mi hermano y yo) por qué no arrancaba su carro. Fuimos a verlo rápidamente (para que las cervezas no se calentaran) e inmediatamente nos dimos cuenta de su problema: le faltaba tierra a su batería porque uno de los pernos estaba flojo y solo había que ajustarla.
Qué pasó? Nos preguntó el cabezón. “Solo falta tierra a la batería”, le dijimos mi hermano Hassan y yo.
Al rato apareció en la cantina y con su carro funcionando. Ya está ingeniero, me dijo, gracias, ahora ya está bien.
Sólo por curiosidad le dije: Podrías mostrame tu batería? La idea era ver si había ajustado bien los bornes de la batería. Al abrir el capot del carro vimos que toda la batería estaba cubierta de tierra, de tierra del suelo, con algunas piedritas y todo. Cómo prendió el carro?.


Lugar: Huyro – La Convención – Cusco